Prestaba funciones en Realicó: La Fiscalía piquense pidió una pena en suspenso para un policía golpeador

Impacto - En la mañana de ayer, el juez de Audiencia Fabricio Losi presidió el juicio contra un policía que golpeó a su pareja mientras ésta sostenía en brazos a la beba de ambos. La mujer sufrió hechos de violencia en forma reiterada, desde el año 2013, y el acusado violó medidas de restricción impuestas por la Justicia para volver a convivir con la joven denunciante. La fiscalía pidió ocho meses de prisión en suspenso para el uniformado.La víctima declaró y manifestó que sentía culpa porque su pareja podía perder el trabajo. La mujer ya había radicado otras tres denuncias por el mismo motivo en la Primera Circunscripción Judicial, pero afirmó que nunca la convocaron desde la fiscalía santarroseña. Como ocurre habitualmente en casos de violencia de género, la víctima pidió dejar el juicio sin efecto y volver a convivir con su pareja y agresor.

En la Sala 3 del Palacio de Tribunales se realizó ayer la audiencia de juicio oral y público contra el cabo de la Policía pampeana Rubén Darío Wilches (35), acusado de “violencia de género” y “lesiones leves, agravadas por el vínculo”.

La fiscala Ana Laura Ruffini, en su alegato de apertura, explicó que el hecho de violencia se produjo el día 12 de noviembre del año 2014, cerca de las 19:30 horas, en el domicilio de Realicó donde convivía la pareja.

Ruffini comentó que la mujer, debido al temor que le originó la ríspida discusión con el policía, quien ya la había golpeado en anteriores oportunidades, intentó llamar al 101 para pedir auxilio. La maniobra fue advertida por Wilches, quien mordió la mano en la que la mujer tenía el celular y comenzó a golpearla en las costillas y en la cara, mientras la víctima tenía en sus brazos a una beba de meses, hija de ambos.

Un vecino se percató de la situación y dio aviso a la Policía mientras trataba de contener a Wilches. Luego de la discusión, el acusado llamó por teléfono a un tío de la víctima, a quien le pidió: “Vení a buscar a esta puta o le reviento la cabeza”.

Víctima
La joven víctima relató que la discusión se produjo porque Wilches interpretó que ella “andaba de loca”, mientras que la mujer afirmó que lo único que hizo fue llevar a sus hijos a la plaza, ubicada frente a la Comisaría de Realicó.

Al ser consultada por la representante del Ministerio Público Fiscal por hechos de violencia anteriores, la joven trató de minimizar la situación y recordó que existen otras tres denuncias previas, todas radicadas en Santa Rosa. En una de las agresiones, la joven sufrió “fisura de una costilla”.

La víctima señaló que sentía “culpa porque él podía perder el trabajo” y recordó que jamás fue convocada por las anteriores denuncias.

La joven relató que después de que Wilches fuera formalizado por la agresión que protagonizó en Realicó, el uniformado recuperó la libertad a los 21 días y, a pesar de existir una medida de restricción de acercamiento a la víctima, igualmente se acercó a ella y volvieron a convivir.

Víctima y victimario se mudaron a Santa Rosa, según señaló la denunciante, luego de que “el comisario de Realicó” le aclarara que la medida de restricción “regía únicamente” para la localidad norteña.

La mujer agredida indicó que habló con Wilches y “volvimos a estar juntos por sentimiento”. “Yo quería estar con él, yo decidí ir a Santa Rosa”, afirmó la joven víctima y remarcó estar arrepentida de la denuncia porque siente que “tenemos la capacidad de solucionar los problemas y no tengo miedo de que me vuelva a suceder lo mismo”.

“Yo quiero volver a casa y estar con él porque somos una familia”, concluyó la denunciante.

Testigos
Carlos Pereira (49), el vecino realiquense que detuvo al agresor, declaró que Wilches la golpeaba con el puño cerrado en las costillas y le gritaba “puta reventada”, mientras la joven tenía a una beba en brazos. Decidió defenderla mientras ella pedía, por favor, que llamen a la Policía.

El testigo explicó que por una ventana de la vivienda logró ver a una pequeña seis años y a un nene de siete años, hijos de una relación anterior de la víctima, que estaban abrazados viendo cómo golpeaban a su madre.

Pereira recordó que la joven no quería hacer la denuncia. “Si llego a hacer la denuncia me tiene amenazada que a mí y a mis hijos nos prende fuego”, le señaló la mujer, en crisis.

El cabo Iribarren declaró que llegó al domicilio minutos después de que el acusado se retirara del lugar. Recordó también que la víctima no quería denunciar porque ya lo había hecho dos años antes en la localidad de Castex, donde Wilches le fisuró una costilla, pero la denuncia nunca prosperó.

Pedidos
La fiscala Ana Laura Ruffini, en virtud de que el acusado no tiene antecedentes condenatorios, solicitó la pena de ocho meses de prisión en suspenso para el agresor. También requirió que se mantengan las medidas restrictivas impuestas oportunamente y que el acusado sea sometido a un tratamiento psicológico.

Por su parte, la defensora oficial María José Gianinetto pidió la absolución de Wilches tras considerar que durante el juicio no se había reunido prueba suficiente para su condena.

La semana próxima, el juez de Audiencia Fabricio Losi dará a conocer la sentencia que, de ser condenatoria para el acusado, podría derivar en la insólita situación de acelerar los legajos contra el mismo imputado en los Tribunales de Santa Rosa, donde se tramitan las tres denuncias anteriores. (Fuente gentileza: El Diario de La Pampa).-

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