El escritor argentino Eduardo Sacheri, habló con IMPACTO: cuentos, novelas, sentimientos, premios, fútbol y mucho más


Impacto - Eduardo Sacheri, es uno de los autores contemporáneos de novelas y cuentos con mayor reconocimiento en América Latina.
Conocido por sus cuentos y relatos, muchos de ellos vinculados con otra de sus pasiones: el fútbol.
Es el creador además de la reconocida novela, “La pregunta de sus ojos”, que después se llevaría al cine rebautizada como “El secreto de sus ojos”, dirigida por Juan José Campanella, que se convertiría en la segunda película argentina en ganar un Oscar.
Sacheri, quien es además historiador, recibió el premio Alfaguara de novela por su último título “La noche de la usina” y fue destacado en la última Feria Internacional del Libor, como “Escritor Amigo de las Bibliotecas”, tal como ha ocurrido con los mas grandes de la literatura.
Y Eduardo Sacheri, dialogó extensamente con el programa Levántate y Anda de IMPACTO, de manera exclusiva desde Buenos Aires, sobre su trayectoria, los cuentos, la novela, el fútbol, por qué eligió localidades del oeste bonaerense (cercanas a nuestra localidad) para “La Noche de la Usina”, cómo se siente con la fama, entre otros temas interesantes tocados con la lucidez de un hombre que aborda temáticas muy cercanas al alma, desde la elección de herramientas populares.
L.R - ¿Cuáles son tus primeros registros personales con la idea de escribir?
E.S - Fue un proceso bastante poco planificado y accidental; cuando andaba por los 25 o 26 años, ya recibido de Licenciado en Historia y con la idea de convertirme en un académico del asunto, se me dio por empezar a escribir cuentos como un descanso, como una manera de explorar algunas áreas de mi propia vida o de mis propios sentimientos, pero sin la voluntad de convertirme en un profesional. Y se dio que alguno de esos cuentos que tocaban el tema del fútbol precisamente, fueron enviados al programa de Alejandro Apo, en esos tiempos en radio Continental de Buenos Aires, un programa que hizo escuela realmente, "Todo con Afecto", donde se leían cuentos de fútbol. Así se hicieron conocidos los primeros cuentos, lo que me dio un espaldarazo fenomenal que la mayoría de los escritores no tienen.
L.R - ¿Y cuáles eran los anhelos en aquellos primeros tiempos?
E.S - Sinceramente yo quería dormir mejor a la noche. Porque a mí me encanta leer y cuando leés un libro que te gusta, que te conmueve, te hace la vida mejor. Y escribir es algo parecido, algo más personal, profundo, porque tiene más que ver con vos mismo. Después todo comenzó a moverse un poco más, los oyentes pedían más cuentos míos y soñaba con alguna vez entrar a alguna librería y encontrarme con un libro con la foto mía y los sueños se fueron dando, como pasa con cualquier persona a la que los sueños se le van dando peldaño por peldaño.
Después pensé ´mirá si alguna vez me puedo pagar las vacaciones con los derechos de autor´ o si una película se hiciera con un libro mío y así se fue construyendo la historia.
L.R - ¿Y cuál fue la sorpresa más grande que te generó tu carrera hasta el momento?
E.S - Uno de los impactos más fuertes para cualquier escritor es cuando pasas de que te lean los familiares y amigos a la gente desconocida. Te sentís más escritor, no porque antes no lo fueras, pasa que muchas veces la gente que te quiere tiene juicios de valor teñidos por el cariño que te tienen, pero cuando un desconocido llama a la radio y pide tus cuentos o te ven en la calle y te piden un autógrafo, es ahí cuando decís ´bueno, capaz que no soy tan malo´.
L.R - ¿Cuáles son los libros que te cambiaron la vida, o los que te generaron algún impacto intenso en el alma?
E.S - Fueron muchos, porque me crié en una casa muy lectora, aprendí a leer de muy pibe, incluso antes de ir a la escuela y desde la revista Patoruzito, que fue lo primero que me enseñaron a leer, pasé por los libros de Alejandro Dumas, de adolescente Cortázar, mas tarde descubrí a Osvaldo Soriano, García Márquez, en cada edad tuve mis libros preferidos, que fueron cambiando. Y también cambian los libros que lo conmueven a uno porque uno es el que cambia. Lo importante es no perder la gimnasia y seguir buscando.
L.R - ¿En algún momento alguno de tus sueños se acercó a que uno de tus libros se iba a transformar en una película que ganara un Oscar, como ocurrió con "El secreto de sus ojos"?
E.S. - Nunca en las mejores fantasías pensaba eso, tengo sueños más módicos y más realistas: Nunca pensé que iban a hacer una película tan ambiciosa, con grandes actores, con un gran director, con una gran producción, con mucha guita de por medio y que después millones de personas la vayan a ver al cine y con la frutilla del postre de ganar un premio Oscar, está totalmente fuera de los márgenes de mis sueños".
L.R - Y te tocó en suerte una hermosa adaptación de tu libro, porque muchos escritores reniegan del paso a la pantalla de sus historias, no se quedan conformes con el producto final.
E.S. - Lo que pasa es que junto con Campanella escribimos el guión, por lo tanto respetó mucho la historia y los cambios que se hicieron fueron consensuados. En ese sentido, como en todos, importa mucho con quién te toque trabajar y Campanella es un tipo con el que siento que trabajamos muy bien y negociando, discutiendo, pero nunca hubo imposiciones y me parece que se notó en el producto final.
L.R - "La noche de la Usina" también es un librazo, además nosotros estamos muy cerca del campo de acción de donde ocurre la historia en el Oeste bonaerense, pero además resulta tremenda la connotación social dolorosa que tiene la historia...
E.S. - Pasa que yo no me atrevo a hablar de la realidad y algunas situaciones, entonces directamente lo hago inventando historias que me llevan a esas realidades de una manera más libre, uno va encontrando esos vínculos cómo pasa en "La noche de la Usina", donde se habla de esa crisis en el país, el corralito, el 2001, con la mayoría que perdió tanto y los pocos vivos que ganaron mucho dinero y cada lector es el que establece vínculos con ese pasado doloroso y le saca un jugo diferente a la historia, es una manera de hablar sobre las cosas de la vida que nos duelen, de otra manera.
L.R - ¿Por qué elegiste esta zona del Oeste bonaerense, que nosotros conocemos tanto, para contar "La noche de la Usina"?
E.S. - La provincia Buenos Aires en general, es un ámbito que me gusta, que lo siento más mío que la gran ciudad, si bien yo estoy solo a 40 kilómetros de Buenos Aires, en Castelar, pero el Castelar en el que yo me crié se parece mucho más a cualquier ciudad o pueblo chico del interior de la provincia de Buenos Aires, ahora quizás es diferente, entonces a mí me gustan más esos lugares más chicos, donde la vida va un poco más lento, dónde te conoces más con la gente, te enterás de las cosas de otra manera, por eso mis historias transcurren por ahí. Y en esta novela buscaba algo ni siquiera suburbano, que fuera como una pequeña isla y nuestros pueblos de la pampa húmeda son eso, un pequeño mundo de gente.
L.R - ¿Te costó encontrarte como escritor o desde tus primeros pasos sabías hacia donde querías ir?
E. S. - No, el único trabajo fue haber leído durante toda la vida, nunca dije ´voy a ir por este lado, con estas historias´, sino que es un producto de mi propia vida, temas que surgen para entender mi propia historia, no es algo buscado.
L.R - ¿Hubo alguna historia de las que escribiste que pienses que te salió redonda, que te conmovió incluso a vos?
E. S. - Me pasa eso siempre con las últimas cosas que voy escribiendo. No porque me gustan más ni menos, sino porque tienen que ver con lo que soy hoy. Las cosas que hice hace 20 años hoy las leo y quizás las escribiría distinto, no porque estén mal sino porque uno es el que ha cambiado.
Cada cosa que he escrito en su momento representaba algo especial, por eso la publiqué.
L.R - ¿Qué van a encontrar los lectores en "El fútbol de la mano", tu nuevo libro?
E.S. - Son las columnas que yo escribí en el 2013, 2014 y 2015 en la revista El Gráfico. Algunos cuentos, acuarelas, reflexiones sobre el fútbol, recuerdos. Yo últimamente estoy escribiendo más novelas que cuentos, pero el fútbol me sigue conmoviendo, me sigue gustando siempre.
Ojalá a los lectores les guste. Y que las historias sean tomadas por ellos como propias.
L.R - Para un escritor seguramente debe ser muy importante ser declarado como "amigo de las bibliotecas populares" en la Feria Internacional del Libro, como te ocurrió este año, ¿no?
E.S. - Es muy lindo, porque aparte todo lo que tiene que ver con las bibliotecas populares, con la CONABIP, es una red gigantesca a nivel nacional de gente que ama los libros, porque mantienen con vida las bibliotecas, pero por sobre todas las cosas amamos leer los libros, que es más lindo todavía que los libros en sí. Y que esa gente diga que ese premio me lo merezco yo, la verdad que a mí me genera mucho gusto. Pero no quiero hablar mucho del asunto porque parece que uno está haciendo autobombo.
Sacheri, por último, dejó algunas palabras para quienes desean internarse en el mundo de la literatura.
"Si vos escribís para ser famoso, para hacerte rico como escritor, te estás equivocando y te estás garantizando una frustración. Ahora sí lo que vos querés hacer es expresarte, mejorar tu relación con tu propia vida y eventualmente que tus historias lleguen a otras personas, con el solo hecho de escribir y circular entre poquita gente, con eso uno está hecho: Lo que pase por encima de eso ya no depende de uno, ni tampoco eso asegura la calidad de lo que uno escribe. Uno puede ser muy bueno aunque las cosas no le salgan bien y viceversa, ser un desastre aunque un montón de gente te vea por la calle y te salude".

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