Opinión - El peronismo ahora busca su revancha en octubre


Impacto - Por Norberto G. Asquini - Las PASO del domingo 13 dejaron en el país un nuevo mapa político, y La Pampa no estuvo ajena a esta tendencia. Los resultados colocaron en la provincia a Cambiemos en primer lugar por cantidad de votos y al PJ como segundo, si bien tuvo el candidato más votado. Ahora todo apunta a mantener o revertir esas performances el 22 de octubre, cuando se compita por los tres diputados en juego.

Los peronismos contra Macri

Al PJ pampeano, ¿le fue mal o le fue bien? Los analistas nacionales destacan que fue una de las 10 provincias en las que Cambiemos ganó. El macrismo acertó en la estrategia de nacionalizar la elección, en la que hubo polarización y bipolaridad: o se votaba Cambiemos o se votaba alguno de los peronismos. De 16 distritos gobernadores por el panperonismo, solo en 9 se impusieron sus mandatarios. Los gobernadores del PJ, que habían conformado su Liga ante un partido sin conducción ni liderazgos fuertes, fragmentado y disperso, necesitaban (y necesitan en octubre) ganar en sus provincias. La idea madre es armar un polo de poder que les permitiera negociar con el gobierno nacional desde una situación de fortaleza y contrarrestar el resurgimiento de CFK. Los resultados fueron dispares. Uno de los más fuertes, el cordobés Juan Schiaretti, sufrió una dura caída.

La Pampa fue colocada como una de las derrotas del peronismo histórico. Este es un argumento relativo: no se jugaban las bancas. Y fue un escenario muy distinto, por ejemplo, a San Luis. La lista de los Rodríguez Saá fue derrotada mano a mano, y por gran diferencia, por el diputado nacional Claudio Poggi, ex integrante de su gobierno. Esto llevó a una crisis en la que el gobernador pidió la renuncia a su gabinete. En La Pampa fue 49% a 38% a favor de Cambiemos. Pero hay que verlo en perspectiva.

La quietud es lo que mata

Hay dos cuestiones centrales en la performance no tan buena (en comparación con otras elecciones) del PJ y la muy buena (porque lo fue) de Cambiemos. Una es interna y la otra externa a la política provincial. En la interna, el PJ "no puso todo al asador". Los dirigentes consultados coincidieron a coro en esto. En una primaria donde estaba todo dicho, esa disputa no generó expectativas. Y hubo votantes peronistas que decidieron participar en la primaria de Cambiemos. ¿Desidia, subestimación del adversario, desinterés? Un trámite que no lo fue tanto. Un error de cálculo, tal vez, pero no fulminante como lo fue para el radicalismo. "La quietud de una interna ya resuelta es lo que te mata en las urnas", había advertido un dirigente consultado por el autor antes de la votación. Las diferencias de criterios de cómo encarar la campaña entre las líneas santarroseñas, fue una señal de este panorama, si bien se tuvo que afrontar frente al malhumor y la apatía de los votantes.

La ola que llegó a La Pampa

Hubo otro elemento que se analiza ya fríamente en el segundo piso de Casa de Gobierno. Y que es externo a La Pampa, pero que influyó notablemente en el sorpresivo resultado que colocó a Martín Maquieyra como el protagonista central del domingo. ¿Cómo si las encuestas marcan un bajo nivel de aprobación del presidente Macri, su candidato arrasa en las urnas? ¿Por qué no identificaron ese resultados esas mismas encuestas? Hubo un los últimos días de campaña, previos al domingo, una ofensiva en los medios nacionales, y de las principales referencias de Cambiemos, sobre los temores a la vuelta del kirchnerismo, que avivó a un votante anti-K. Desde Clarín sus dos columnistas políticos hablaron del "efecto espanto" y "el voto castigo" de una parte de la sociedad a lo identificado con "el pasado". La viralización del cruce entre la gobernadora María Eugenia Vidal y un periodista K en Intratables fue todo un ejemplo. Mientras crecía así la nacionalización de la campaña, el radicalismo pampeano se enfrascó en la pelea chica entre sus egos e intereses y Maquieyra se convirtió, como siempre lo fue, en el representante del verdadero Cambiemos en La Pampa. Esa tendencia se notó también en Buenos Aires, donde hubo un empate técnico, y lo confirma el encarnizamiento del kirchnerismo por ganar esa elección por un puñado de votos, disfrazando así que no le pudo sacar ventaja con la expresidenta a un Cambiemos que tuvo un pésimo candidato.

Aunque el PJ pampeano lejos está de considerarse kirchnerista, la participación de CFK en el proceso electoral nacionalizó la batalla bonaerense y contagió de antiperonismo a los electorados de otras provincias como fue La Pampa. Favoreció, así, triunfos impensados de Cambiemos, como en Entre Ríos, Neuquén y San Luis.

Recalculando las estrategias

Los antecedentes muestran que en las generales de octubre se suelen amplificar los resultados de las primarias y la polarización tiende a ser mayor por el voto útil. El voto estratégico, indica Andrés Malamud. ¿Cómo encararán la próxima campaña los dos actores centrales? El PJ apuntará a la unidad del peronismo y a retener los votos de la interna. Pero también al independiente. Entiende que habrá una readecuación de los votantes de las PASO: peronistas que participaron en Cambiemos volverían al PJ, radicales molestos con Cambiemos podrían elegir al Frente Progresista, una incógnita es qué harán los ultrakirchneristas. "Ahora sí empieza la campaña", indican en el PJ. ¿Y con Macri? Algún gobernador, como el tucumano Juan Manzur, que ganó en su provincia pero sufrió las PASO, pareció bajarle el tono a las críticas al gobierno nacional y adoptar un discurso conciliador con Nación. ¿Lo hará Verna?

Del lado de Macri y el gobierno nacional no se sabe. En algunos distritos como Tucumán o La Pampa el presidente desplegó un mensaje agresivo hacia sus gobernadores. El periodista Martín Dinatale indica que el macrismo analizó que la clave para ganar las elecciones en las provincias peronistas respondió tres pilares sustanciales: un discurso agresivo, la fuerte presencia de Macri en sus recorridas y la intencionada inyección de obra pública nacional. Solamente la primera actuaría en La Pampa.

Por plata se juega en octubre. Las PASO no distribuyeron bancas, aunque sí expectativas, indica Malamud. En octubre el PJ espera su revancha.

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